AMC España ha emitido esta semana el último episodio de la
serie también creada por Robert Kirkman y que quería ser precuela de ‘The
Walking Dead’. Seis capítulos mucho más focalizados en el drama humano que en la acción.
¡¡¡Mis ojos, mis ojos!!!(Sí, esta entrada contiene SPOILERS)
Aposté por 'Fear The Walking Dead' después de un primer
episodio que desencantó a muchos seguidores del mundo zombi y, en particular, a los espectadores habituales de 'The Walking Dead'. Es una
serie con un ritmo más pausado que su hermana mayor para
introducir al espectador en otra dinámica bien diferente: la que supone la progresiva ruptura de la cotidianiedad por una circunstancia tan asombrosa como increíble.
Los primeros tres episodios consiguieron engancharme por su atmósfera de calma tensa y por la sucesión de hechos más o menos determinantes que guiaban a los personajes a darse cuenta del cambio de situación. Como ya había adelantado Greg Nicotero, productor ejecutivo de la serie, los zombis son más humanos que en 'The Walking Dead'; esta condición es una de las que marca más dramatismo en los personajes,como en la escena en la que Travis es incapaz de disparar contra una de ellos.
Pero pese a moverse entre el desconcierto y el drama y contar con elementos de suspense, llegó esa sensación de inmovilismo, ese “no pasa nada” que no recordábamos desde la segunda temporada de 'The Walking Dead'.
introducir al espectador en otra dinámica bien diferente: la que supone la progresiva ruptura de la cotidianiedad por una circunstancia tan asombrosa como increíble.
Los primeros tres episodios consiguieron engancharme por su atmósfera de calma tensa y por la sucesión de hechos más o menos determinantes que guiaban a los personajes a darse cuenta del cambio de situación. Como ya había adelantado Greg Nicotero, productor ejecutivo de la serie, los zombis son más humanos que en 'The Walking Dead'; esta condición es una de las que marca más dramatismo en los personajes,como en la escena en la que Travis es incapaz de disparar contra una de ellos.
Pero pese a moverse entre el desconcierto y el drama y contar con elementos de suspense, llegó esa sensación de inmovilismo, ese “no pasa nada” que no recordábamos desde la segunda temporada de 'The Walking Dead'.
Un punto de partida para el escenario global de 'The Walking Dead'
Durante varios episodios, la serie se ha apoyado en el drama
familiar lo que dejaba con sabor a poco ante unos personajes poco definidos y casi ausentes, como es el caso de la matriarca
de los Clark, Madison, interpretada por Kim Dickens, un personaje que empieza
con mucha fuerza pero que termina diluyéndose. Exceptuando Nick (Frank Dillane),
Liza (Elizabeth Rodríguez), Daniel Salazar (Rubén Blades) y Victor Strand (Colman Domingo), una grata sorpresa final, los demás
personajes no terminaban de impulsar una narración que se ha apoyado fundamentalmente en su día a día y sus reacciones.
El último episodio The Good Man le ha dado un empujón. Ha sido el mejor episodio de la temporada, haciendo un buen cóctel entre el drama, que suma puntos con la tragedia de Liza, y la acción, con la aparición del fenómeno zombi aunque sin llegar a los sangrientos y espeluznantes extremos de 'The Walking Dead'. The Good Man ha
permitido dejar la serie con algunos alicientes para la próxima temporada, prevista para 2016, aunque la impresión general sea que el comienzo de un pandemia zombi podría dar para mucho más.
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