Episodio 2x13 de 'The Americans': familia y lealtad a la causa, en el punto de mira

El asesinato de una familia a sangre fría en un hotel iniciaba una trama de suspense que ha guiado toda la temporada y cuyo desenlace, en el episodio 2x13 'Echo', deja entrever las líneas argumentales de los próximos capítulos de 'The Americans' en 2015.

¡¡¡Mis ojos, mis ojos!!!
 (Sí, esta entrada contiene SPOILERS)

Comrades, el episodio 2x01, ya auguraba un mayor peso de la esfera familiar durante la segunda temporada de 'The Americans'. Y así ha sido con el añadido de más violencia, referencias a la política estadounidense (especialmente con la trama de los entrenamientos de la Contra nicaragüense),
el desenlace de la relación entre Nina y Stan y un misterioso asesino cuyo rostro ha sido desvelado al final de la temporada. 

La familia, eje central de la temporada

Durante esta temporada, el conflicto central se ha trasladado a la relación padres e hija, es decir, Paige, y a la protección que el matrimonio quiere ejercer sobre sus vástagos.

En plena adolescencia, la primogénita de los Jennings desconfía de la actividad de sus padres a los que no duda en espiar de distintas maneras: revisando sus ropas, escuchando a hurtadillas sus llamadas o visitando a supuestos familiares. “A veces creo que mi padre tiene una aventura, o que es mi madre quien la tiene. O que son los dos”, afirma en uno de los episodios.La tensión creciente adquiere categoría de enfrentamiento cuando Paige se une a un grupo religioso y su fervor por un dios que dio la vida por sus semejantes enfurece a la pareja de espías, especialmente a Phillip. Su lógica va más allá de un hipotético ateísmo al permanecer en constante contacto con personas anónimas que arriesgan su vida como ellos por conseguir un mundo mejor.

Los vínculos que establece el matrimonio de espías con Jared, el primogénito de otra pareja de espías soviéticos, Emmet y Leanne, han supuesto la otra cara de la moneda. Después de lo que les sucede a sus amigos, tanto Phillip como Elizabeth perciben por primera vez que su familia puede correr un peligro real y esto trastorna sus vidas. En el caso concreto de Elizabeth, le hace desarrollar un instinto de protección hacia el hijo de su amiga provocado por dos motivos: una promesa y el temor de que un día sus propios hijos puedan encontrarse en la situación de Jared. 

Nina: nadando entre cocodrilos

La relación de Nina Sergeevna con Stan Beeman y con Arkadi Ivanovich ha sido una de las tramas de mayor peso de esta segunda temporada que ha concluido en Echo.

El perdón oficial que recibe a cambio de controlar al agente del FBI, espiarle y darle información confusa, no es definitivo y las exigencias por parte de la Rezidentura (oficina del KGB) aumentan según avanzan los capítulos, dificultando una salida airosa.

Ha sido interesante la aparición de un nuevo personaje, Oleg Burov, un nuevo superior del área de Ciencia y Tecnología de la Rezidentura. Con importantes influencias en Moscú, tiene un comportamiento confuso y mantiene un velado enfrentamiento con Arkadi Ivanovich por conocer el plan desarrollado entre él y Nina Sergeevna con Stan Beeman. Curiosamente, él y la joven espía acercan posiciones, encontrando en Burov un inesperado apoyo.

Martha y Stan: caída emocional y laboral

Martha ha ganado presencia en esta segunda temporada, intentando normalizar su vida con su supuesto marido Clark (Phillip). Durante esta temporada Clark ha puesto al límite a Martha, haciéndole pasar por varias situaciones complicadas dentro del FBI que sobrepasaban los límites de simplemente colocar un bolígrafo en una estantería, frenando su carrera profesional y en la parte más personal, manipulándola cruelmente y rechazando su deseo de formar una familia con él. La duda es si los guionistas seguirán otorgando a Martha grandes dosis de paciencia en la tercera temporada.

¿Y qué decir de Stan Beeman? El agente del FBI que tan seguro parecía en la primera temporada de la serie, se ha desmoronado poco a poco en la segunda: desorientado en su puesto de trabajo, cargando con un gran sentimiento de culpa por su gestión del asunto de su jefe Frank Gaad y por los giros que da su relación con Nina Sergeevna, por su matrimonio, por las filtraciones y por el hecho de que al final se encuentre ante la espada y la pared, entre la traición de estado y salvar a Nina.

La lealtad a la causa empieza a ser cuestionada

Uno de los aspectos más sorprendentes de esta temporada de 'The Americans' ha sido que si bien el grado de violencia ha aumentado considerablemente, al mismo tiempo se ha mostrado la parte más intimista de los protagonistas, desde su relación de pareja, su vulnerabilidad y sus dudas ante el funcionamiento del régimen que defienden.  

La lealtad e integridad de Elizabeth quedó sobradamente demostrada durante la primera temporada, acatando órdenes sin cuestionarlas y recelando del modelo capitalista que le ofrece una vida cómoda en Estados Unidos a su familia. Aunque esta lealtad hacia el régimen soviético se mantiene, su integridad se cuestiona al romper la promesa que le hizo a Leanne y su incompresión adquiere niveles lo suficientemente altos para cuestionar su ética a la hora de engañar a un joven marine.

Phillip, por el contrario, mostró desde el principio una posición más favorable a su vida estadounidense que ha mantenido en esta temporada, con el añadido de manifestar un gran hastío y rabia por lo que considera muertes innecesarias (que en esta temporada ha habido muchas) y discrepar abiertamente con su superior. 

Todo esto explota al final del episodio 2x13, como no podía ser menos, para proteger a Paige, y dejando sobre la mesa una relación delicada con el KGB para la tercera temporada.